Capitulo 83
No puedo negar esto, debe odiarme mucho más de lo que ya lo hacía. Valor me faltó para arreglar las cosas delante de todos ellos, no debí permitir que Amanda y mucha menos Bárbara se aprovecharan de lo sucedido. Pero hay algo de lo que estoy muy seguro, haré todo lo posible por recuperar el amor de ______*.
— Nick, Nick — llamó dos veces mi hermano. Reaccioné a la tercera — Nick!
— ¿Qué pasa? — pregunté alzando la mirada, buscando rastro de ___*.
— Nada, es solo que… ¿te perdiste? — su novia rió.
— ¿A dónde iremos Joe? — preguntó ella con una sorpresiva sonrisa.
— Clase? — dijo en un tono irónico, lo cual hizo que riera. Luego agregó — alguien necesita un amigo…
— Chicos, no quiero estar ‘pegado’ a ustedes todo él día. Iré a buscar algo interesante — hablé. Ellos asintieron al momento que me vieron marcharme.
Normal & sencillo, así deseaba que fuera mi día, sin preocupaciones, sin pensar en como iniciar una conversación con ____* sin verme tan como tonto. De alguna manera ya lo soy, lo fui… al haberla dejado, vaya; ahora me arrepiento, de hecho, siempre me arrepentí. La única persona que me hace sentir tan normal, como yo soy, sin condiciones.
Ya estaba en el pasillo principal, rumbo a la oficina donde me entregarían un horario. Caminé directo, observando las paredes, a los chicos y chicas que murmuraban entre si. Si, soy una estrella… pero esto sobrepasa los límites.
Llegué a la oficina, no había mirado a nadie, cuando de un momento a otro levanté la vista y la vi, la preciosa chica de la cual estoy enamorado. Adoro la escuela, desde ahora, desde este día podré verla siempre, la encontrare en cualquier lugar, no importa si es difícil hablarle de nuevo, debo y quiero hacerlo. Necesito buscar la manera más propia.
La tenía a escasos centímetros de mí, aún no me miraba. Estuve aguardando unos minutos a que ella girará y me la encontrara de frente, le impediría el paso, necesitaba hablarle. Y cuando por fin lo hizo, no supe que decir… las palabras que había articulado y acordado en mi cabeza momentos atrás, desaparecieron, se desordenaron repentinamente.
Comprobado, me odia… paso junto a mi sin mirarme como antes, sin darme un saludo. Nicholas, esto será muy difícil… por ahora, estás completamente acabado.
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En el momento más vulnerable, en el que más necesitaba a alguien, un amigo de verdad, tenía que encontrármelo a él. Quiero entender que está pasando, si es algo con lo que voy a cargar toda mi vida. ¿Nunca lo olvidaré?
Una palpitación extrema logro hacerme sentir más rara, y lo acepto, quiero llorar, aquí no debo… no lo haré.
Con un nudo en la garganta, aguantando las ganas de llorar, cheque mi horario. [Primera Hora – Historia Universal]
Ya se que historia no es lo mío, pero… ¿Qué es lo mío? Ninguna materia me agrada & me preocupa. ¿Qué haré después?
Si Historia Universal no la había tomado el año anterior, por intuición no sabría donde queda el aula, volví a mirar el pequeño pedazo de papel blanco que me ayudaría a encontrarlo. Sala 202, umm… ¿202? Exacto, subir escaleras. Era el último salón del fondo del segundo piso.
En un poco menos de tres minutos me encontraba frente a la puerta del salón 202. Pude notar que algunos chicos ya estaban acomodados, al parecer faltaban solo unos cuantos. Abrí la puerta con cuidado, el rostro de todos se giró para verme, incluyendo el de la profesora. Pedí permiso para entrar, inmediatamente, sin mirar a nadie me coloqué en uno de los lugares del frente. Así pondría más atención a esta aburrición de clase y no estaría con los ‘insoportables’.
Ni el sentarme adelante me ayudo a concentrarme, llevaba muchísimas cosas en mi cabeza, entre esas la mayoría era acerca de Nick… y solo unas cuantas eran sobre mi maldito día. La clase tomó su curso, lo único que capte fue el nombre de la profesora, lo cual menos me interesó. Eso fue tan lento, demasiado tardado. Hasta que por fin sonó el timbre de cambio.
De nuevo el papel, ya arrugado. Revisé, siguiente clase; Inglés.
En los pasillos de camino al siguiente salón me encontré con varias caras conocidas, se me hizo totalmente extraño que personas que dejaron de hablarme en el momento que me separé de las ‘huecas’ ahora volvieran a serlo. Los conozco y todos son unos convenencieros, quisiera encontrar más personas con buenas sentimientos y que el aspecto o si son populares o no, no les importase en absoluto, pero… en esta escuela es difícil, incluso en este país.
Inglés, 109… otra hora más, esta vez se pasó volando. No lo recordaba, inglés si me agradaba más que cualquier materia.